Fluir

Tal como mencionaba en el post de anoche, qué nervios por favor… pero ya está, fueron 30 minutos adrenalínicos, me sentía como pez en el agua, contando el caso de la compañía que conozco como si fuera mi propia historia.

Me dejé fluir, me dije, «Sebas, vos sabés, lo conocés, avanzá tranquilo, no hay nada que no puedas contar, y no necesitás inventar, qué puede pasar?»

Comencé, con voz firme, tranquilo, relajado, tenía un buen caso entre manos, la cosa avanzaba, slide tras slide, eran 110, y deberían entrar en 30 minutos… 60 pares de ojos me miraban, atentos, juzgaban el caso, escribían, asentían algunos, otros tenían la modorra de después del mediodía, y otros miraban como inmutables, como diciendo «no me sorprende»… en un momento temí, pensé «los estoy aburriendo»…

Cambié el ritmo varias veces, abandoné los formalismos, hasta dije «laburar» una vez, nos auto llamé estúpidos por cómo medíamos la satisfacción al clientes antes de CSAT, y hasta me agrandé cuando hablé del buscador de productos de nuestro site que, en las palabras de Fer Finelli, «es mejor que Google», ja!

Tenía buen ritmo, modulé como me pidió Ana, iba rápido en las rectas y lento en las curvas como me aconsejó Mariano… mientras pensaba que en cualquier momento me dirían «faltan 5 minutos»… cuándo sería?

Entonces ocurrió, justo cuando llegaba al slide que daba comienzo a la parte destinada a los Objetivos, la última de las cinco que componían la presentación, me dijeron «faltan 5».

Conté los objetivos pausado, explicando… me sentía cómodo, ya estaba finalizando, en ese momento comenzaba a darme cuenta que ésta experiencia pasaría a formar parte del top five de los eventos profesionales de mi vida… hasta el momento.

Cerré la presentación con una mirada a un futuro posible e invitándo a los jurados a visitar el blog creado en forma exclusiva para la presentación (que hasta que no se sepan los ganadores no podré divulgar).

Entonces sonó un aplauso, que sonó sincero, libre de obligaciones; me sorprendió.

Luego en la ronda de preguntas noté que no había muchas preguntas sobre el caso, pero sí muchas ganas de conocer más sobre la compañía, en ese momento intervinieron Gabriel (Gerente del Negocio Corporativo de Officenet/Staples) y Juan Pablo Sagol (Responsable de Electronic Ordering), que formaron parte del equipo de respaldo, sin el cual difícilmente hubiéramos tenido caso.

Entre preguntas serias, respuestas serias y no tanto, y sonrisas el clima se seguía distendiendo, en esa instancia ya podía ponerle un moño al evento y decir «Señores… misión cumplida».

Luego, en el break se nos acercaron muchos de los jurados a felicitarnos, a ofrecernos sus servicios e inclusive representantes de la rama académica se mostraron interesados en llevar el caso a las aulas, tanto para la Universidad Blas Pascal de Córdoba, como para el ITBA o la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, cosa que me llenó de orgullo a la vez que me permite continuar con las charlas en universidades, pero esta vez con posibles nuevos auditorios.

Ahora es tiempo de espera, recién el 11 de Noviembre, en el Teatro El Globo se abrirán los sobres y se sabrán los puntajes, y los ganadores de los Premios Mercurio 2008, crucemos los dedos que quien sabe qué podrá pasar.