Cambiar para conservar

El viernes almorcé con Mariana, mi coach y amiga; hacía tiempo que no nos veíamos; es más, llegamos a la conclusión que, la frecuencia más reciente de tener la posibilidad de charlar en persona era de 2 veces al año, lo que podría catalogarse de desastre, independientemente de seguirnos los pasos en Twitter o FB, o que conversemos por Gtalk; pero no hay nada comolo presencial, tiene tanta riqueza, la conversación fluye de otra manera.

Me contó que había leído mi post acerca del cambio, y que no me dejó comentario porque quería hacerlo en persona, así que le dije que avanti con el commet offline, sería muy bienvenido.

Arrancó diciéndome que en conversación con Fernando (asumo que Flores Sáenz Ford), él le había marcado una pregunta que le resultaba fundamental al momento de plantearse la necesidad de cambiar, una pregunta que de alguna forma sustenta el cambio y lo vuelve en algo relevante, que hace que el cambio esté alineado con validar que quien somos hoy es el pasado más adecuado al futuro que soñamos para nosotros mismos.

La pregunta es: «¿Qué quiero conservar con el cambio?» Sigue leyendo «Cambiar para conservar»

Web 2.0 – El hombre total y el hombre transparente

Anoche en la charla de la UCES a la que asistí invitado por Edelman para contar acerca del caso de Officenet en cuanto al uso de herramientas web 2.0 y en particular cómo se relacionaba con temas de comunicación y PR, me asaltó una idea, seguro no es nueva, pero me gustaría empezar a desarrollarla.

Estoy pensando mucho acerca de cómo afecta la posibilidad de una conexión e interacción casi permanentes en la forma en la que nos desempeñamos y nos constituímos en tanto individuos. Cada uno participa en múltiples entornos con diferentes perfiles, si bien es la misma persona, con las mismas inquietudes, motivaciones y personalidad, la realidad es que según la situación, contexto o rol que desempeñe la persona se va modificando, al menos en parte, y, casi obviamente, actúa en forma diferente, mostrando otros costados de su «ser», inclusive, y muchas veces, «inventando» esos otros costados por un rato.

Con el advenimiento del streaming y de la conversación vía web 2.0, gran parte de nuestras vidas se comienza a transparentar más de lo que estábamos acostumbrados, entonces nuestro «hombre total» al que defino como la suma de todas nuestras experiencias, reflexiones y pensamientos, comienza a transparentarse y parecerse cada vez más a nuestro «hombre transparente» que es aquel que dejamos ver, el evidente, el que entra en contacto con el otro, con ese otro, que también se modifica según los contextos y situaciones.

Entonces me encuentro con una ecuación que es (hombre total/hombre transparente), y en la que el resultado si es mayor que 1 querrá decir que aún no nos mostramos como somos, si es menor a 1 quiere decir que mostramos más de lo que somos, y en la medida que nos acerquemos a 1 estaremos equilibrando nuestro «ser» con nuestro «parecer», y creo que en ese sentido la web 2.0 nos ayuda a confrontarnos con nosotros mismos, con el otro y buscar el equilibrio.

Esta es la presentación de anoche en la UCES, no tiene nada que ver con mi reflexión, pero todo surgió anoche: