Me considero un escéptico político, aunque debo reconocer que la decisión de esta madrugada del vicepresidente Cobos me trajo un poco de aire fresco y por un instante volví a pensar que hacer política en Argentina es posible.
Pensé primero en las cosas positivas, en el fortalecimiento de las instituciones, en que las cámaras de diputados y senadores podrían volver a tener legitimidad, en posibilidades de estabilidad, donde la confianza puede sentar las bases de un país que quiere crecer, donde además es posible la transparencia, la decisión política y la democracia. En estos términos, y por un momento, me imaginé escenarios en que las empresas se desenvuelven, observan el largo plazo, invierten y aportan al crecimiento del país.
Pero, al momento, también pensé en que nada de esto era obra de una voluntad individual, pensé en un espectáculo maquiavélico montado por el gobierno con altruista intención de fortalecer las instituciones, pero también pensé que se podría desmoronar de un soplido si llegasen las críticas desde el poder, los contradichos, las mentidas y desmentidas, y donde una persona ensimismada en el poder podría pronunciar, si lo quisiese y viera oportuno, palabras duras contra la decisión de Cobos; sinceramente espero que esto no pase, que se tome este momento como punto de partida para la reconstrucción, necesitamos ejemplos, y creoo que éste puede ser uno.
Se habla de costos políticos, se habla de ganadores y perdedores, prefiero pensar en las oportunidades que esto genera para todos, quien lo sepa aprovechar (si lo sabe aprovechar) será el agente de cambio de este momento bisagra.
No creo tener los conocimientos políticos o económicos como para profundizar en el análisis, solo puedo opinar desde el lugar de un ciudadano común, que tuvo el privilegio de haber podido educarse y desarrollarse profesionalmente, hasta el momento, en un país difícil, inestable, predecible e impredecible a la vez.
Esta mañana me levanté con la noticia de lo que considero un momento clave para el país, no pude evitar expresarme y abandonar, quizás, la posición políticamente neutral de este blog.
Quienes visitan el blog desde el exterior aquí dejo algunos links de las noticias aparecidas en los medios argentinos sobre el tema del que hablo: